sábado, 12 de julio de 2014

Mayo descabezado

Las hojas siguen cayendo, sin conciencia de un sol que se aleja, huella en las venas, tóxico y querellas, ahora la mirada se nubla en veinticuatro segundos, incrusto los filos de un odio que es cercado con numerosas plagas, creando un astro de repente, sentir indiferencia a la gente. El asesino de espantos camina en las noches de mayo, buscando víctimas y fieles lacayos, tras un pequeño suspiro y la presencia del temor, ruedan cabezas, corre el opresor llevando trozos de vidrio en sus manos y sangre a su alrededor.

Caídas II

  Hoy la sierra se quebró, en las voces del pasado,   Del testigo silencioso de los nudos del asfalto, Hizo trizas el amor, el olor del ...