Te recuerdo con la lluvia de abril,
Con las nubes grises de nuestro ayer,
Te recuerdo en silencio, amor febril
Con palabras amargas, rotas al caer.
Y la luna deambula sin ilusión,
Y las horas transcurren en cada trecho,
Adiós en otros cuerpos sin devoción,
Adiós que se congela entre mi pecho.
Hoy la duda se encuentra en la ventana
abierta,
Susurra a mi espalda y viste descalza,
En el cuerpo yerto de la espera,
Descansa en mi viejo sillón marrón,
Íntimos sonidos de un techo sin nido,
Entretenidos en el olvido.